miércoles, 8 de enero de 2014

Publicidad antigua y publicidad moderna.

La publicidad ha sufrido notables cambios a lo largo del tiempo: pueden apreciarse diversas diferencias entre los anuncios antiguos y los que vemos hoy en día en cualquier revista o en la televisión. Sin necesidad de irnos más atrás en la historia, sólo en el último siglo la publicidad ha ido adaptándose a los avances tecnológicos y comunicativos.

La publicidad en su origen se limitaba a informar, a hablar del producto en cuestión y de ensalzar sus usos, presentando esta información de un modo más o menos artístico simplemente para atraer la atención del público. Solía tener una función didáctica o explicativa. Encontramos estas características en un anuncio de Phoscao en un número de la revista Nuevo Mundo de 1931. En él, aparecen un texto que elogia las características del producto y una ilustración de una mujer de apariencia sana y acomodada que lo consume. El nombre del producto ocupa el centro de la página. Debajo de este, leemos el eslogan ("El más exquisito de los desayunos, el más potente de los reconstituyentes"), en el que se hace uso de un pareado para retenerlo más fácilmente en la memoria.



Por otro lado, la publicidad contemporánea expone el producto y lo asocia con otros valores que pueden resultar relevantes en el momento en que vivimos. Es mucho más indirecta e implícita que la antigua. El anuncio actual suele vender una determinada visión del mundo y tiene una gran fuerza persuasiva: las necesidades, sentimientos o gustos del consumidor son utilizados de forma que se incite al consumo o se creen necesidades. Como ejemplo de publicidad contemporánea tenemos un anuncio de CaixaBank. El punto común que tiene con el anuncio anterior es que está también pensado para aparecer en una revista o periódico, pero su planteamiento es distinto. El nombre del producto está en segundo plano y lo primero que llama la atención del consumidor es el poema que ocupa gran parte de la página y que vende valores humanos. El eslogan ("Ser fiel a ti mismo es lo que te hace grande") intenta también conmover. No hay mención a intereses, hipotecas, créditos...


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